Chau ilusión: Boca quedó eliminado del Mundial de Clubes tras empatar con Auckland City

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El sueño se terminó. Boca Juniors se despidió del Mundial de Clubes con un sabor amargo, luego de igualar 1-1 ante Auckland City en su última presentación del Grupo C. El empate, sumado a la victoria de Benfica sobre Bayern Múnich, selló la eliminación del equipo de Miguel Ángel Russo, que no pudo vencer a un rival semi amateur.

El partido disputado en Nashville tuvo todos los ingredientes del desconcierto: un clima sofocante, un parate de 50 minutos por tormenta eléctrica, un gol en contra del arquero rival, un tanto anulado por el VAR y, sobre todo, una alarmante falta de ideas para marcar diferencias frente a un equipo compuesto por futbolistas que combinan el fútbol con oficios cotidianos.

Un golpe inesperado

Boca había empezado arriba en el marcador a los 26 minutos del primer tiempo, con un tanto en contra del arquero Garrow tras un cabezazo de Di Lollo que dio en el palo. Pero no pudo estirar la ventaja. En el complemento, Christian Gray sorprendió a todos con un gol de cabeza a los 52 minutos para poner el empate definitivo.

A pesar de tener cinco jugadores ofensivos en cancha (Cavani, Merentiel, Velasco, Zeballos y Palacios), el Xeneize mostró una alarmante falta de contundencia. Merentiel tuvo un gol anulado por mano previa de Zenón, y el equipo apenas logró inquietar con tiros desde lejos y centros sin destino.

Sin margen y sin reacción

Mientras el equipo aguardaba en el vestuario por la reanudación del partido, Benfica confirmaba su clasificación en Charlotte con un ajustado pero sólido 1-0 ante el Bayern. Boca necesitaba golear —hacer al menos seis goles— y esperar un milagro alemán. Pero no logró ni una cosa ni la otra.

Con dos empates y una derrota, Boca se despide del Mundial de Clubes con una actuación opaca, marcada por una caída de nivel pronunciada respecto a lo que había mostrado ante rivales como Benfica y Bayern. El contraste fue notorio: de estar cerca de hacer historia ante gigantes europeos, a no poder doblegar a un equipo semi profesional.