La Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México A.C. (AZCARM) denunció ante la Fiscalía General de la República (FGR) el abandono y maltrato de decenas de felinos que habitan en el Gran Santuario Mexicano Jaguar Negro – Tigre Blanco, ubicado en la zona del Ajusco, alcaldía Tlalpan, en la Ciudad de México.
A través de redes sociales, el ambientalista Arturo Islas compartió un video en el que muestra las condiciones de desnutrición y ansiedad en las que se encuentran los felinos.
Las imágenes evidencian que los felinos se comen sus propias colas porque tienen hambre o porque padecen de estrés.
“Se las muerden ellos mismos por ansiedad y hambre, y sus lenguas son abrasivas y están cubiertas de una especie de pequeñas espinas (papilas), que les permiten cazar y devorar presas. Son demasiado ásperas y por eso, sin querer, ellos mismos se arrancan sus colas”, explicó la AZCARM.
Yael Ruiz, ex trabajadora del santuario, denunció que Eduardo Mauricio Moisés Serio, dueño del lugar, conoce las condiciones en las que se encuentran los felinos, pero no ha realizado acciones para socorrerlos.
Tras la denuncia, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, anunció que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) intervendría para rescatar a los ejemplares.
De igual forma el titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSCCDMX), Omar García Harfuch, anunció la intervención de la Brigada de Vigilancia Animal para realizar las acciones para investigar y sancionar el maltrato animal.
Al respecto, la Profepa emitió un boletín en el que informó que se realizó una visita de inspección para verificar las condiciones de los 201 felinos mayores que habitan en el santuario.
Sin embargo, no informó detalles sobre la intervención que realizará la dependencia o acerca del rescate de los ejemplares y de las sanciones para las personas responsables.
Con información de La Jornada