Varias panaderías de Deir al Balah, centro de Gaza, reabrieron sus puertas y distribuirán pan «a través de cocinas comunitarias» tras la llegada ayer de harina y combustible en medio centenar de camiones, pero el goteo de ayuda humanitaria es insuficiente para una población en riesgo de hambruna.
La población de Gaza corre riesgo de hambruna, con casi medio millón de personas al borde de la inanición, según un informe reciente respaldado por la ONU.
Sólo en los últimos dos días, al menos 29 niños y ancianos han muerto de hambre, dijo hoy en Ginebra el ministro de Sanidad de Palestina, Maged Abu Ramadan.
Durante más de dos meses, Israel no permitió la entrada de alimentos, medicamentos y otros bienes al territorio que es hogar de unos dos millones de palestinos, en medio de una oleada de ataques aéreos y operaciones terrestres