Raúl Aguilar Baqueiro, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en Yucatán, recalcó que su sector no es el único ni más importante, “pero de manera histórica lo que le inyectas ahí corre muy rápido”.
Por eso consideró importante cuidar los dos aspectos siguientes:
Primero, ver de qué manera hoy día las autoridades locales generarán nuevas formas de hacer obra pública, pues en el sector federal hay que lograr ese balance entre los macro proyectos y los proyectos locales, que son los que permiten que las micro y pequeñas empresas constructoras sobrevivan, y en la parte de la iniciativa privada, junto con las autoridades, generar esas condiciones que necesitan para que siga llegando la inversión.
Hasta el corte de marzo del seguro social, la industria tenía una peculiaridad respecto a otra, que los trabajadores eventuales y permanentes, más los primeros, de manera inmediata se vio la baja, hablando de los albañiles, como se dio esa reducción de golpe y muy fuerte.
“Con números te podría decir que quizás estamos muy cerca ya de una recuperación del 60% de esos empleos, pero el reto no es ese, sino que ese 40% que falta regrese también, y para eso es que requerimos, que el valor de la industria se recupere, más en el valor de su venta”, precisó.
El constructor resaltó que por eso creen que 2021 será muy importante en dos vertientes, donde tienen ingerencía como cámara, en la parte de la obra pública de manera conjunta con los tres niveles de gobierno, ver como generan mayor inversión, un reto importante es que los legisladores hagan las modificaciones necesarias en el proyecto de presupuesto de egresos de la federación, donde hay dependencias federales en cero, que esperan cambien, tengan recursos, sobre todo las que invierten en infraestructura.
“También vemos una reducción del 4.3% en las participaciones de todos los municipios y del gobernó del Estado en la inversión de infraestructura, y preocupa, pues es la parte a la que tenemos que apostarle”, citó.
En la parte federal el constructor recordó que está más centrado en el Tren Maya, que creen puede generar una derrama económica en 2021. “Siempre lo he dicho, que jamás sería una derrama para 2020, lo que pasa es que la dinámica de la obra en sí, no está fallando, es el concurso que incluye el proyecto, ingeniería y obras, y están ahora en la fase de las ingenierías, en la de todo lo que es la ingeniería de todo el proyecto.
“Por eso creo que esa derrama del Tren Maya la podemos sentir, pero lo importante es que la sientan las empresas locales, ya hay acuerdos sí, pero necesitamos que los acuerdos o las buenas intenciones pasen a los hechos, estamos caminando en ello, es una tarea un poco difícil, pero creo que con voluntad lo podemos lograr es iniciativa privada”, dijo.
Al respecto Aguilar Baqueiro destacó que han hecho dos peticiones, que ojalá ese ofrecimiento o instrucción que han recibido esas empresas de que trabajen con un 30% con empresas locales lo puedan cumplir, pero necesitan se cumpla con precios justos, y competitivos, conciliados, “entre gitanos no nos leemos la mano, ponernos de acuerdo en cuanto vale algo, es una tarea muy sencilla”.
Y la segunda cosa que considera muy importante es que, conociendo la historia de Yucatán, que de la inversión del 100% del valor de producción el 80% viene de la inversión privada, ahí hay una tarea sumamente fundamental, la de no dejar de generar o aumentar esa confianza que existe de la inversión privada, para que siga llegando.
Pérdida Golpe
El dirigente indicó que la perdida de empleo en el sector fue de golpe y muy fuerte.
Recuperación
Sin embargo, hay una recuperación.
Reto
“Con números te podría decir que quizás estamos muy cerca ya de una recuperación del 60% de esos empleos, pero el reto no es ese, sino que ese 40% que falta regrese también, y para eso requerimos que el valor de la industria se recupere en el valor de su venta”.
Dos vertientes
2021 será muy importante en dos vertientes: inversión en obra pública en los tres niveles de gobierno, y modificar el proyecto de presupuesto de egresos de la federación, pues hay dependencias en cero inversión en infraestructura.
