El Movimiento Antichapulín del partido Morena en Yucatán, encabezado por un grupo que se presenta como fundadores y militantes del instituto guinda en estas tierras, no tiene dudas: el virus troyano que inyectó el expanista Joaquín Díaz Mena destruyó la credibilidad de la secta que encabeza Andrés Manuel López Obrador en tierras del Mayab en menos de un lustro.
En rueda de prensa, que transmitió en vivo en su canal de Facebook Movimiento por Yucatán, acusaron al “Candidato de los Chapulines” de infectar la médula espinal de Morena con seres de la peor calaña, viejos políticos que no ocultan sus añejos vicios, promotores de la violencia interna. Conocido primer círculo de la exgobernadora Ivonne Ortega Pacheco: Luis Hevia Jiménez, Dafne López Martínez, Gabriela López Gómez, a quienes se suman los júniors Víctor y Felipe Cervera Hernández, Pablo Gamboa Miner y Mauricio Sahuí Rivero.
“Matan dos pájaros de un tiro: acaban con la credibilidad de Morena en menos de cinco años y aseguran un hueso en la próxima administración pública federal. Los yucatecos ven la oferta electoral de Neomorena”.
Añadieron que la ya constante presencia en Yucatán de la candidata presidencial Claudia Sheinbaum Pardo, del presidente nacional de Morena Mario Delgado Carrillo, y hasta del exprecandidato presidencial Marcelo Ebrard Casaubon obedece a los planes de la invasión de chapulines de la vieja guardia priísta para mantener los lazos de corrupción federal seis años más.
“Y mientras, el partido se desmorona: tenemos el reporte de 1,180 trabajadores de la estructura de la defensa del voto, el cuarenta por ciento del total renunciaron en forma masiva”, apuntaron.
El grupo antichapulines también pone en la balanza la incorporación del diputado expanista Raúl Romero a NEOMORENA, mientras Díaz Mena desdeña a los tres diputados morenistas locales. Y advierte del ambiente de violencia interna, con acusaciones de hostigamiento hacia morenistas inconformes, periodistas y reporteros: «Este grupo de expriistas infiltrados en Neomorena pone en peligro la seguridad en Yucatán y deja a la ciudadanía indefensa«.
Ante esta situación, han emprendido mesas de diálogo en diferentes municipios del estado para arrancar a partir del 3 de junio con la reorganización de la base y reflexionar sobre el futuro del movimiento, entre los cuales no se descarta la posibilidad de crear un nuevo partido político, con el objetivo de combatir la corrupción y rescatar la integridad del movimiento en Yucatán.