En medio del bullicio político y la vorágine de las campañas electorales, emerge un rayo de esperanza en la figura de la Maestra Candy Aguilar, candidata del partido Movimiento Ciudadano por el distrito V. Su historia no es solo la de una candidata más, es la narrativa de una vida dedicada a la verdadera inclusión, una trayectoria de 26 años marcada por la lucha incansable por un futuro más equitativo y justo para todos.
Desde hace más de dos décadas, la Maestra Candy ha sido un faro de esperanza para aquellos que menos tienen, dedicando su tiempo y esfuerzo a visitar y apoyar a niños y familias en situación de vulnerabilidad. No se trata de un perfil improvisado por conveniencia política, sino de una convicción arraigada en su ser, una vocación por hacer la diferencia en la vida de quienes más lo necesitan.
Con una licenciatura en educación y una especialización en terapia infantil, la Maestra Candy no solo habla de inclusión, sino que la vive día a día a través de acciones concretas. Ha donado consultas terapéuticas a niños de bajos recursos, convencida de que nadie debe quedarse sin atención psicológica por falta de recursos. Su mantra es claro: para transformar una sociedad, hay que empezar desde la raíz, sembrando valores y principios en la niñez que garanticen un futuro de paz, respeto y educación.
Las actividades de la Maestra Candy no se limitan a discursos políticos vacíos, sino que se materializan en acciones tangibles que impactan positivamente en la comunidad. Desde hace años, ha llevado a cabo programas en diversas escuelas de la entidad, llevando esperanza y oportunidades a cada rincón donde la necesidad lo requiere.
En parques y escuelas de colonias como María Luisa, Morelos Oriente, Emiliano Zapata Sur y San José Tecoh Ampliación, la presencia de la Maestra Candy Aguilar se hace sentir, recordándonos que la verdadera inclusión no es solo un discurso político, sino un compromiso de vida.
En un panorama político donde la superficialidad y la demagogia son moneda corriente, la historia de la Maestra Candy Aguilar nos recuerda que aún existen líderes con una verdadera vocación de servicio, dispuestos a luchar por un futuro más inclusivo y justo para todos. Su sueño por la auténtica inclusión es un faro de esperanza en medio de la oscuridad, una luz que guía el camino hacia un mañana mejor para todos los yucatecos.